El 2017 el e-waste (basura electrónica) se incrementará un 33%

MedioAmbiente, Oportunidad, sustentabilidad

El año pasado se produjeron casi 48,9 millones de toneladas métricas de desechos electrónicos, lo que supone un promedio de 7 kilogramos por cada uno de los 7.000 millones de habitantes de la Tierra, según el informe de una asociación de especialistas perteneciente a las Naciones Unidas.

China y otras economías emergentes han superado a las naciones occidentales en la generación de basura electrónica, es decir, en residuos a partir de aparatos viejos, desde televisores a teléfonos móviles. Se estima que la cantidad de basura de este tipo aumentará un 33% entre los años 2012 y 2017, según una organización respaldada por Naciones Unidas, y que ha plasmado los resultados en un mapa.

El informe ‘Solving the E-Waste Problem’, el primero en reflejar sobre el mapa los residuos electrónicos por país para promover el reciclaje y la eliminación segura de piezas a menudo tóxicas, muestra cómo el auge económico de los países en desarrollo transforma la economía mundial, especialmente en contaminación.

«El problema de los desechos electrónicos requiere la atención a nivel mundial» comenta Ruediger Kuehr de la Universidad de las Naciones Unidas y secretario ejecutivo de la iniciativa que trata de resolver el problema de los desechos electrónicos (StEP). StEP está impulsado por agencias de la ONU, gobiernos, ONG y científicos.

El peso de los productos electrónicos desechados cada año en todo el mundo se elevará a 65,4 millones de toneladas hasta 2017, desde las 48,9 millones en 2012, y la mayor parte del crecimiento de este problema vendrá dado por las naciones en vías de desarrollo.

Para el 2017, las montañas las viejas lavadoras, ordenadores, neveras, juguetes electrónicos y otros artículos con circuitos y baterías equivaldrá al peso de 200 edificios Empire State, o bien el de 11 grandes pirámides de Giza.

Tradicionalmente, una gran parte de los desechos electrónicos de los países ricos -altamente contaminantes y a veces incluso peligrosos- termina en las naciones en desarrollo, donde muchas personas trabajan en condiciones lamentables con bajos salarios para desmantelar y rescatar materiales valiosos, como ciertos metales.

Sin embargo, ya en 2012 los residuos de los países emergentes, así como de Rusia y otros países del antiguo bloque soviético, superaron los totales de los países occidentales, como Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Australia, según muestran los daos de este mapa.

En ese año, Occidente produjo 23,5 millones de toneladas de desechos de este tipo, mientras que el resto del planeta produjo 25,4 millones, todo un cambio sobre las previsiones que se realizaron en 2007 cuando eran los países occidentales los más contaminantes, según StEP.

Montañas de basura

Para 2017, la basura de Occidente se elevaría a 28,6 millones de toneladas, mucho menos que los 36,7 millones de toneladas estimadas para los demás países, un efecto secundario del crecimiento económico de países emergentes como la India , Brasil y Sudáfrica.

«Aunque hay una amplia información acerca de los impactos ambientales y de salud negativos relacionados con los métodos primitivos de reciclaje de residuos electrónicos, la falta de datos globales ha hecho que sea difícil comprender la magnitud del problema«, dijo Kuehr. Los consumidores podrían ayudar con un mejor reciclaje, sobre todo en Navidad, dijo.

Hay un creciente negocio en los residuos de este tipo, que pueden ser valiosos si se reciclan. Un estudio estima que un millón de teléfonos móviles pueden producir 24 kilos (53 libras ) de oro, 250 kilos de plata, nueve kilos de paladio y más de nueve toneladas de cobre.

El informe de StEP también mostró que una persona promedio produce siete kilos de residuos electrónicos al año. Los estadounidenses encabezan la lista de los más contaminantes ‘per capita’, con 29,8 kilos de media cada uno.

Por otra parte, expertos estadounidenses que rastrean el destino de los residuos denuncian que alrededor de dos tercios de los residuos electrónicos EEUU se recogen para su reutilización o reciclaje, y que sólo el 8,5% de las unidades recogidas se exportan.

Los artículos electrónicos más grandes, especialmente televisores y monitores de ordenador, se exportan a países como México, Venezuela , Paraguay y China. Los artículos más pequeños a menudo terminaron en distintos países de Asia.

Jeremy Gregory, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y coautor del informe, dijo que era difícil realizar un seguimiento porque los residuos son a menudo simplemente descrito como «metales mezclados» en los documentos de importación . StEP insta a los países a adoptar denominaciones comerciales más claras .

Fuente:  El Mundo España

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