Sobre todo en las grandes ciudades es cada vez más común ver un techo verde. Instalar un techo verde es una forma bastante práctica de tener un área verde cuando no cuentas con espacio suficiente para tener un jardín de verdad.
Un techo verde puede ser tan simple como un espacio con pequeñas plantas o tan complejo como todo un techo adaptado para simular un parque. Los techos verdes proporcionan sombra, benefician al medio ambiente y te ayudan a mantener una temperatura agradable en tu hogar.
Normalmente los techos verdes están formados por:
- Impermeabilizante, aplicado directamente sobre el techo de la casa para evitar que la tierra, el agua y las plantas causen algún daño a la infraestructura.
- Aislante, que protege la pared del exceso de calor o frío.
- Capa de drenaje, instalado para que el agua que no aprovechan las plantas se pueda drenar.
- Filtro, se utiliza para evitar que el sustrato se deteriore con el agua.
- Sustrato, tierra especial que se utiliza en los techos verdes.
- Plantas.
Para diferenciarlos, los techos verdes se pueden clasificar como intensivos y extensivos.
Techos verdes intensivos
Se les llama intensivos porque implican mucho trabajo y dinero. Se trata de techos verdes que prácticamente son un parque, cuentan con árboles, arbustos y distintos tipos de plantas. Este tipo de techos requieren de una capa gruesa de tierra para asegurar el buen crecimiento de las plantas y evitar que se dañe la infraestructura de la casa.
Techos verdes extensivos
Su mantenimiento es mínimo y la capa de tierra que requieren es mucho más delgada (en comparación con los techos verdes intensivos). Estos techos tienen como principal finalidad beneficiar al medio ambiente y no van tanto con la idea de contar con un pequeño parque privado.
Fuente: Un Blog Verde
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