IQUIQUE – SI SUPIMOS VENCER EL OLVIDO…

columnista, noticia

Efectos del Terremoto y Maremoto en Iquique Abril 2014 EmprendoVerde

Por Joanna García Valenzuela*

La ciudad de Iquique se encuentra aún bajo la lupa de los científicos a causa de los diversos sismos ocurridos en la Región de Tarapacá, iniciados en mayor magnitud el 16 de marzo de 2014, con la primera alarma de tsunami a causa del primer 6.7.

Aquí empezamos con las primeras curiosidades, porque creo que Chile es el único país del mundo que a un 6.7 aún le llama “sismo de mediana intensidad”. Cabe destacar que hubo una cobertura inusual de los medios. Y supongo que se agradece.

Exactamente una semana después, el 23 de marzo, tuvimos otro de “mediana intensidad”, sin alarma. Los temblores siguieron aumentando en frecuencia, así como la atención de sismólogos, geólogos, geógrafos, geofísicos y toda la gama de “geos” a nivel nacional e internacional. A causa de la cobertura en TV, (y supongo se sigue agradeciendo), y del interés científico, llegaron alrededor de 10 sismógrafos nuevos a la región que se instalaron tanto en el sector costero como al interior. Y empezaron las especulaciones y los pronósticos, y acuñamos la famosa “brecha sísmica desde 1877”, y la página más visitada en la ciudad era la de sismología.cl y para algunos, Marcelo Lagos fue nuestro mayor guía sísmico, hablando de las verdades tal como son, que al final nada es certero, sólo que el esperado terremoto debía ocurrir, ahora o en el futuro.

Una de las claves fue cuando el Municipio de Iquique decidió drásticamente instalar contenedores con elementos de emergencia y camiones con agua en el Estadio Tierra de Campeones el día 26 de marzo, por seguro un acierto inusual en el historial de nuestras autoridades. Y la polémica reinaba en los medios por la cobertura sobre los sismos, y se imponía la polémica si es alarmismo o educación. Como comunicadora social en radio, no faltaron las críticas a mis dichos sobre siempre estar preparados.

Y llegó el 1 de abril, yo desafortunadamente, a mi juicio, en la capital del Reino de Chile. A las 20:46 empezaba el primer terremoto grado 8.2 al frente de las costas de Pisagua (según Sismología de la Universidad de Chile y USGS, y 8.1 según Geofon de Alemania…tema que por cierto da para otro artículo) con una duración aproximada de 2 minutos y seguido de cientos de réplicas de “mediana intensidad”.  El día 2 abril siguieron las cientos de réplicas más un 7.6 a las 23:43 con hipocentro exactamente en el mar al frente del aeropuerto de Iquique.

El hecho de encontrarme lejos por cierto me dio otra perspectiva de la situación, pude entregar información fidedigna sobre magnitudes, hipocentros, trenes de olas, personas y mascotas perdidas, puntos de encuentro, etc., porque cabe mencionar que la ciudad estuvo en algunos sectores hasta una semana sin luz.

«Pero si no pasó tanto» – La Competencia por los Grados

Las fotos evidencian la magnitud de las consecuencias, y a pesar de esas pruebas irrefutables, me encontré en Santiago con tanta gente, demasiada a mi gusto, con un afán inexplicable de bajarle el perfil al evento. “Pero si no pasó tanto”, “ah pero fue 8.2 no más”, “pero el mar no entró un kilómetro”, “pudo ser mucho peor”. Aún no logro entender esa ridícula “competencia” por quién lo pasó peor o dónde murieron más o menos personas.

Los medios mostraban edificios y casas que según las autoridades debían ser demolidas inmediatamente por inhabitabilidad. Se decretó rápidamente zona de catástrofe en la región y en Arica y Parinacota, y hasta donde entiendo, esta determinación es para agilizar la aprobación de presupuestos y evitar burocracias insoportables en estos casos. Los militares salieron a las calles, se apostaron al ingreso de todos los supermercados y de las bencineras, y la calle de la Onemi se cerró, se llenó de personal de las fuerzas armadas e instalaron una carpa gigante llena de antenas de telecomunicaciones a modo de centro de operaciones (que aún permanece). Pero esa carpa no era la única, era como la madre de todas las carpas instaladas en diversos sectores de la ciudad y en Alto Hospicio, llenas de damnificados, donde incluso murió una guagua de 6 semanas por el frío. Qué frío dirán ustedes si están en el trópico. Curiosamente, y a pesar que los científicos tradicionales digan que los fenómenos climáticos no tienen nada que ver con los temblores, la temperatura bajó 3 grados automáticamente después de los terremotos. El frío en las noches de la pampa es brutal.

Maldito Incendio

Y Chile nos tenía más sorpresas: incendio en los cerros de los suburbios de Valparaíso. Maldito incendio.

Maldito incendio por las razones obvias de la tragedia, pero maldito también porque sacó a Iquique de golpe de todos los titulares de los medios y desviaron a Valparaíso camiones que venían a Iquique con casas de emergencia y ayuda, y corrieron los medios, los universitarios, la farándula, y las autoridades rápidamente se fueron de Iquique. Y todo esto mientras siguen los sismos de “mediana intensidad” que ya no salen en las noticias.

En la Provincia del Tamarugal se empezaron a instalar las casas de emergencia, pero momento, la distribución ha sido ridícula. Y en un símil al incendio, en La Huayca se instalaron casas en terrenos que son tomas, donde no había ni media casa derrumbada, y ante el llanto del cabrero le instalaron también casa de emergencia para el hijo, para la hija, para la tía y para los nietos, que llegan en camiones propios a pasar el fin de semana. Y el tema en cuestión aquí es que se agradece la ayuda pero qué difícil es determinar la veracidad de los hechos cuando no se es del lugar, cuando no sabes que hay gente en la pampa que tiene casa en cada uno de los pueblos y que no son pobres aunque a los ojos capitalinos sí lo parezcan, donde la boliviana que a veces se mira con lástima, guarda miles de dólares bajo las capas de polleras.

La Mama Carpa

Y mientras los medios siguen en el puerto central, Iquique sigue lleno de carpas y de cintas de peligro que “sujetan” los muros a medio caer. No hay ni una sola casa de emergencia instalada y ahora la discusión se centra en lo político y en lo comercial. Los terrenos para los campamentos de emergencia los debe destinar el municipio pero las casas las debe entregar el Gobierno Regional, en eso se enredan y entretienen decidiendo quién corta la cinta. Pero aquí surge una problemática social no menor. Algunos de los terrenos propuestos se encuentran alejados de los barrios de los damnificados, sin agua, luz, alcantarillado, transporte público, etc. Los damnificados no quieren dejar sus barrios, ni cambiar a sus hijos de los colegios. Por otro lado, los habitantes de los terrenos para los nuevos campamentos no quieren a esos vecinos nuevos, porque dicen que son delincuentes, traficantes, marginales y el terremoto físico se transforma en terremoto social.

El terremoto físico se transforma en terremoto social

Y el mismo enredo se arma con la carretera a Alto Hospicio, desde algún tiempo traspasada a la empresa Sacyr por las concesiones, que está funcionando con una pista por lado y que desde una oficina en Santiago decidieron primero poner horarios de subida y bajada y luego la “genial” idea de imponer restricción vehicular. Pareciera que no saben que en Iquique uno de los artículos más baratos son los autos y que con tal de poder movilizarse la gente puede conseguir un auto baratísimo. Los tiempos de subida o bajada pueden llegar hoy hasta las 2 horas, sólo en un tramo; es decir, 4 horas diarias. Y lo incomprensible es que a pesar de la determinación de zona de catástrofe, la “reparación” de la carretera se va a licitar, entonces, ¿Para cuánto tiempo tenemos con la única vía de salida formal en ese estado? ¿Por qué se licitó si se podía hacer mediante asignación directa?

Lo seguro es inseguro

Y esto que describo es sólo una pincelada, porque además tenemos el gran tema de los seguros y la clase media. Se asume que la gente que tiene casas sociales recibirá alguna ayuda, en algún momento, suponemos. Pero qué pasa con la persona que optó por crédito hipotecario común, que es del sector que no recibe ninguna ayuda del estado, que no gana millones, y cuya casa sufrió daños, ya sean leves o graves. Las constructoras no quieren responder por los daños, las aseguradoras ya no aseguran viviendas en Iquique y lo único que queda es que el dueño demande a la constructora, pero por ley, al demandar se pierde inmediatamente el seguro. En resumen, una bolsa de gatos en la que nadie se quiere meter.

Otro dato digno de las curiosidades ocurrió en la ciudad de Arica, donde no hay alarmas de tsunami porque el Gobierno Regional no aprobó el presupuesto, y se refiere al hecho que la primera ayuda en llegar fue de una empresa peruana (Agua Cielo), que por medio de su gobierno donó miles de litros de agua; y Arica sí que tiene razones para hablar del olvido y del abandono, que por cierto es tema para otro artículo.

Sólo tendremos que recordar la letra de nuestro himno: “Si supimos vencer el olvido soportando un ocaso tenaz”…..”Iquiqueños arriba la frente”, porque de esta parece que tendremos que salir solos.

Revisa también las fotos sobre la actual situación en Iquique en Mientras en Iquique.

* Joanna García Valenzuela, Capitalina de nacimiento y crianza e iquiqueña por opción, es comunicadora social en radio y City Leader para EmprendoVerde en la Región de Tarapacá. Traductora inglés-alemán-español de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Comentarios

commenttario

Your comment