Start-up Chile, ofrece a extranjeros interesados en emprender en nuestro país, una inversión de hasta US$ 40.000 con la condición de que abran una oficina en Chile y que por lo menos un miembro del equipo permanezca en el país durante seis meses. El objetivo es convertir a Santiago en el Silicon Valley de América del Sur. En menos de tres años, el proyecto del gobierno ya atrajo a 335 emprendedores de 33 países.
Cuando en 2014 finalice la primera etapa, este proyecto podría beneficiar a más de 1.000 empresas por un total de US$ 40 millones.
Quienes se oponen a la idea de entregar financiamiento a emprendedores extranjeros, argumentan que es una pérdida de dinero y que no producirá beneficios a largo plazo. Ante las críticas, el Presidente Sebastián Piñera es enfático en señalar que este proyecto está trayendo al país gente con buenas ideas, con capacidad y habilidad para comenzar un negocio en Chile. “Lo que ellos puedan enseñar a nuestra gente es muy valioso”, comenta el mandatario.
Según estudios realizados por el gobierno, se piensa que un cuarto de las personas que participen en Start-Up Chile, probablemente se queden en el país. Algo que ayudaría a que Chile sea visto en el extranjero como un lugar abierto a la empresa y la innovación.
John Njoko, fundador de Kwelia, una compañía de análisis inmobiliario, ya aprovechó los beneficios del programa. “Hay mucho margen para mejorar. Nosotros teníamos muy pocas expectativas, pero vinimos, nos arremangamos y construimos lo que teníamos que construir”.
El gobierno sostiene que el éxito de nuestro país se debe en gran medida a los lazos que se mantienen y crean con empresas internacionales. «Creo que este es el camino se convierta en un país desarrollado», aseguró Sebastián Piñera.
Your comment