La redistribución de las ganancias de las compañías extranjeras que invierten en América Latina debe ser «un poco más equilibrada», dijo la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
La redistribución de las ganancias de las compañías extranjeras que invierten en América Latina debe ser «un poco más equilibrada», dijo la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
«Obviamente las empresas vienen a ganar. Qué bueno que ganen y que vengan, pero creo que debe haber una redistribución de las ganancias un poquito más equilibrada», declaró la responsable de la Cepal en una entrevista con Efe.
En opinión de Bárcena, «tiene que haber una forma de repensar la prosperidad compartida de manera que las empresas ganen, pero las comunidades y los países, también». «Y creo que eso es posible», aseguró.
La Cepal dio a conocer la semana pasada el informe «La Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina y el Caribe 2013», que alcanzó un récord de 184.920 millones de dólares, un 5 % más que el año anterior.
A juicio de Bárcena, el hecho de que algunos países regulen sectores estratégicos de su economía no conlleva una retirada de las inversiones.
«Lo primero que hay que tener claro -dijo- es que los recursos naturales no se van a ir a ninguna parte. El cobre, la plata, los hidrocarburos van a seguir estando en Chile, Perú, Bolivia o Ecuador».
Al analizar el periodo 2003-2013, la Cepal llegó a la conclusión de que la inversión extranjera directa en sectores estratégicos, como los recursos naturales, fue aumentando de manera sostenida.
Algunos países, como Bolivia y Ecuador, han cambiado las condiciones para la extracción de esos recursos, mientras que otros, como Argentina, Brasil y México, han establecido pautas para orientar su política industrial.
«Prácticamente todos los países están repensando su estrategia», señaló la secretaria ejecutiva de la Cepal, quien destacó la importancia de los gobiernos tengan planes a medio plazo para aprovechar el flujo de IED.
«El clima de negocios es muy importante, pero en nuestra región eso ya está superado. Los inversores ya saben que tienen razones para seguir invirtiendo en América Latina», aseguró.
En una reciente visita a Chile, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, pidió mayor integración regional para armonizar las normas que regulan los negocios de las multinacionales.
«Todos sabemos que se necesita la inversión extranjera, pero separados, es el capital internacional el que nos pone las condiciones; unidos, seremos nosotros los que las pongan», declaró Correa.
La Cepal publicó en 2012 un estudio titulado «Gobernanza de los Recursos Naturales» que mostraba que, dependiendo de los marcos regulatorios y las políticas fiscales, las mismas multinacionales aplicaban políticas diferentes en los países donde tenían inversiones.
«Efectivamente, ayudaría mucho que los países llegaran a consensuar» unas normas para la IED, dijo Bárcena. «Pero no creo que se pueda establecer un código o un decreto», puntualizó.
«Por ejemplo, si Chile y Perú tienen las mismas ventajas comparativas en el cobre, sería interesante que hubiera un poquito más diálogo. De todas maneras las empresas extranjeras van a seguir viniendo, porque los yacimientos de cobre están aquí», apuntó.
«Perú llegó a tener rentas superiores al 25 %. El tema es ¿esas rentas se quedaron en el país?, ¿qué tipo de marco regulatorio hubo para poder retener algunas de esas ganancias?», se preguntó Bárcena.
Poniendo como ejemplo el acuerdo alcanzado recientemente por la minera canadiense Barrick Gold con comunidades de indígenas diaguitas en el norte de Chile, Bárcena afirmó que «las grandes empresas hoy son conscientes de que la sociedad tiene más información».
La secretaria ejecutiva recordó que la Cepal siempre fue muy cautelosa al hablar de la llamada «década virtuosa» de América Latina, porque si se mira lo que sucedió en los últimos 20 años se ve que el crecimiento medio no se tradujo en beneficios sociales y empleo.
«Hubo un periodo, que se denominó ‘boom’, entre 2002 y 2007, en el que coincidieron varios factores importantes, como el superávit en cuenta corriente, altos precios de las materias primas y un comercio de bienes y servicios favorable a la región».
«Pero eso duró poco y hoy estamos afrontando un déficit en cuenta corriente y también una disminución en la balanza comercial», puntualizó.
Por eso, «la Cepal dice que lo que tenemos que hacer en periodos de ganancias extraordinarias es que nuestras sociedades se apropien un poco más de esas ganancias a través de la innovación en ciencia y tecnología; los bienes de capital, como construcción e infraestructura, y especialmente, la educación».
«Por eso lo que está haciendo Chile me parece excelente», comentó en alusión a la reforma tributaria del gobierno de Michelle Bachelet para recaudar 8.200 millones de dólares destinados fundamentalmente a financiar una reforma educativa.
Fuente: La Información
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